domingo, 9 de marzo de 2014

Esta es mi segunda experiencia, Permanecer en silencio en grupo. Después de ya haber hecho la del disfraz, pensé que esta nueva experiencia me costaría menos. Yo pienso que no me ha costado menos, ya que en la otra experiencia al fin y al cabo sólo era pasar un poco de vergüenza, pero en ésta me sentí impotente.
Ese día que decidí hacer esta nueva experiencia de tener que permanecer en silencio en grupo fue algo difícil.
Fue un día como otro con mis amigos, mientras yo estaba callada mirando y escuchando lo que decían, ellos hablaban de qué haríamos el viernes para ver la final del carnaval de Cádiz.
Yo tenía un buen plan para ese día, pues me sentia furiosa al no poder opinar. Ese día aguanté permanecer en silencio con mis amigos, pero al día siguiente por fin pude hablar y dar mi opinión.
No estoy aconstumbrada a permanecer mucho tiempo en silencio y me costó mucho poder cumplirlo .
Le puse muchas ganas y lo conseguí.
Aunque fue una experiencia un poco difícil, me gustó poder sentir lo mismo que siente una persona que está muda y jamás puede hablar. Yo sólo lo sentí por un momento y ellos toda su vida.
Me gustó sentir por un momento lo que siente un mudo toda su vida, impotencia y rabia, al sólo poder ver y oír, sin poder pronunciar nunca ni una sola palabra de su boca.

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